Griffith se porta de manera bien educada, casi indistinguible del comportamiento de la nobleza; sus gestos y su agudo intelecto a menudo dejan a la gente sorprendida cuando descubren sus humildes orígenes. Su rasgo más notable, sin embargo, es su carisma sobrenatural. Tiene un fuerte sentido de la ambición y la convicción y a pesar de su gran número de seguidores, el ego de Griffith nunca se exagera notablemente.